Con la caída de la hoja del otoño nos llega una gran preocupación y alarma, «se me cae el pelo». Para vuestra tranquilidad os diré que hay diferencias entre la caída del pelo en esta época del año y lo que es la pérdida de cabello que podría significar una alopecia. Así que, si se te cae el pelo es una caída normal o alopecia.

El pelo se cae más en otoño y hasta finales de año como consecuencia de su renovación fisiológica natural. Tiene una actividad de recambio cíclica que es la que da lugar a esta caída normal. Se puede tener una caída del cabello mayor en esta época del año y no tenemos que preocuparnos porque no tiene importancia.

El pelo crece aproximadamente unos 0.35 mm al día pero no todos los folículos pilosos desarrollan pelos nuevos al mismo tiempo. Existen tres fases de desarrollo del pelo que se repiten en momentos diferentes. Esas fases o ciclos son repetidas por cada raíz capilar entre diez y veinte veces.

Fases o ciclos del pelo

El ciclo folicular tiene tres fases:

  1. Fase del crecimiento o anágena: esta fase dura entre 2 y 7 años. Durante este tiempo el cabello crece fuerte, sano y grueso. Las células pilosas se dividen rápidamente y sale nuevo pelo o crece el que ya existe. La longitud del cabello depende de lo que dure esta fase. Se puede ver afectadas por estrés, un mal cuidado o por enfermedades.
  2. Fase de transición o fase catágena: dura de 3 a 6 semanas. Se detiene la fase de crecimiento y el pelo se desprende de la raíz muy despacio. Se deja de producir pigmentos por lo que la producción de melanina disminuye hasta parar.
  3. Fase de reposo o telógena: es la última fase. Dura de 3 a 4 meses. Ya no le llegan sustancias nutritivas y es cuando el pelo se cae. A la vez, está creciendo pelo nuevo desde la raíz e iniciándose un ciclo nuevo de crecimiento. Este pelo nuevo empuja al viejo que se desprende.

Estas tres fases están determinadas por la genética, la alimentación, por el modo de vida y por los cambios del organismo en diferentes etapas de la vida.

Cuando el pelo se ha desanclado del folículo piloso finaliza su fase de caída. El pelo suele morir durante la primavera, según informa la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), y por lo general tarda hasta 3 meses en caerse, coincidiendo esta caída con el otoño.

El cabello sano pierde entre 35 a 100 pelos al día, independientemente de la estación del año. Si la caída es mayor de esa cantidad hay que pensar que podría ser una alopecia. Cada vez hay más casos de alopecia, tanto en hombres como en mujeres.

Para diferenciar la caída normal del cabello, dentro del recambio cíclico, de la caída que pudiera indicar síntomas de una alopecia con un diagnóstico clínico hay que recurrir a un médico especialista en dermatología.

La alopecia puede influir de forma negativa en la calidad de vida de quien la padece por lo que hay que prestarle atención y darle la importancia necesaria.

¿Cómo identificar la alopecia?

Si notamos que después de final de año la caída del pelo continua y es abundante se recomienda ir al especialista para un diagnóstico correcto y precoz en el caso de que fuera una alopecia.

Y si existe alguna otra sospecha sobre si se sufre de algún tipo de alopecia del mismos modo lo primero es acudir al médico especialista como es el dermatólogo, si es posible especializado en tricología.

Las principales causas de la pérdida de pelo pueden ser: estrés, antecedentes familiares por genética, tratamientos con medicamentos, falta de nutrientes por mala alimentación, alguna enfermedad de base, etc.

Existen más de 100 tipos de alopecia por lo que es necesario un diagnóstico específico para un tratamiento adecuado.

Las alopecias más frecuentes son:

  • Efluvio Telógeno, en la que el pelo se cae a «puñados», produciéndose más en las mujeres.
  • Androgénica, en la que la pérdida del cabello es progresiva y se produce un adelgazamiento de los folículos por la acción de los andrógenos, en este tipo hay una predisposición genética. Se produce mayoritariamente en los hombres. Se da a partir de la adolescencia en hombres, y en mujeres durante la menopausia.

Prevención de la alopecia

La mejor opción para prevenir la caída del pelo y hacer más lento su envejecimiento es tener una dieta variada, sana y equilibrada que contenga todos los nutrientes que nuestro cuerpo y cabello necesita en las cantidades correctas.

También realizar ejercicio físico y dormir las horas suficientes con un correcto descanso. Estas recomendaciones nos sirven además de para prevenir la caída del pelo para tener una buena salud.

En general, llevar una vida con hábitos saludables ayuda a prevenir la caída del cabello. Aun así, hay casos en los que es necesario un tratamiento farmacológico eficaz para prevenir la alopecia, además de llevar una vida saludable.

Mitos o bulos sobre la caída del cabello

Es importante señalar que el lavado diario o frecuente del cabello no provoca la caída de este ni la pérdida de su densidad. Este es un mito muy extendido en la sociedad pero no es verdad. Si reducimos la frecuencia de lavado, el día que se lave el cabello veremos un puñado de pelo mayor que si nos lo lavamos con mayor frecuencia. Esa cantidad corresponde al pelo caído en días anteriores y que se ha acumulado al retenerse entre el resto del cabello.

Otros mitos son que cepillar el cabello fuertemente o llevar peinados que tiren del pelo hacen que se caiga el pelo. Estos son desmentidos por la AEDV e informan que la raíz del pelo está muy profunda por lo que los pelos que se arrancan con el cepillado son los que se están renovando y están ya sueltos.

Más mitos que no son verdad:  el uso de gominas, lacas, champús o tintes son causa de la caída del pelo.

Y otro es que cortar el pelo dejándolo corto hace que crezca más fuerte tampoco es verdad.

 

Recomendaciones para el cuidado del pelo

Además de las recomendaciones para llevar una vida saludable, los especialistas recomiendan un lavado frecuente ya que de esta manera se favorece la eliminación de las descamaciones, del sebo, de la suciedad del cuero cabelludo y de los tallos pilosos.

Podemos usar productos que nos ayudarán a que el cabello salga con más fuerza y más sano, nos informan desde la AEDV.

Existen tratamientos orales y tópicos con los nutrientes que necesita el cabello o con sustancias activas que se complementan entre sí. Habrá que ver cuál es el más indicado para cada uno.

Consejos para cuando se tiene alopecia

Desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) indican que la detección precoz y el diagnóstico del tipo específico de alopecia son fundamentales para seleccionar el mejor tratamiento.

El Dr. Sergio Vañó, miembro de la AEDV, explica que más del 50% de los hombre y el 25% de las mujeres tiene algún tipo de alopecia pero que con el tratamiento adecuado se consiguen resultados efectivos.

El tratamiento médico de la alopecia detiene su avance e incluso consigue una mejora en la densidad siempre que se mantenga durante muchos años y se sea constante en su uso. Son tratamientos médicos seguros, con efectos adversos mínimos.

El uso de vitaminas y otros complementos o suplementos nutricionales para la caída del pelo mejoran el aspecto del pelo y ayudan ante la caída normal, pero en caso de alopecia no la frenan, son un complemento para el tratamiento médico y no un sustituto.

Existe la posibilidad de un tratamiento quirúrgico de la alopecia, el trasplante capilar, que es mínimamente invasivo y permite recuperar densidad capilar de forma natural, tanto para hombre como para mujeres.

Minoxidil

Un tratamiento eficaz por vía tópica para la caída del pelo es el minoxidil. Se puede adquirir en la farmacia sin receta médica. Se aplica sobre el cuero cabelludo.

Existe evidencia científica de que el minoxidil estimula el crecimiento de los queratinocitos (células del folículo piloso) en algunos casos de alopecia androgénica. Este efecto lo presenta a concentraciones de 5% en los hombres y de 2% en las mujeres.

Su acción se produce por una vasodilatación de los capilares permitiendo que llegue más flujo sanguíneo a los folículos pilosos. De esta forma le llega más nutrientes al cabello y se favorece su crecimiento.

Se recomienda la aplicación de 1 ml cada 12 horas, siendo la dosis máxima recomendada de 2 ml. No superar la dosis aunque no se haya cubierto toda la cabeza.

Hay que extender el minoxidil lo máximo posible con las manos y después lavarlas muy bien. Evitar que el producto esté en contacto con otras partes del cuerpo.

Se empieza a aplicar por la zona donde se va a tratar y desde ahí se extiende. Por aplicarse más producto el efecto no es mayor, al contrario, podría producir efectos adversos. Los efectos adversos pueden ser: sequedad, dermatitis, picor o eczema. Son producidos por el excipiente que contiene la fórmula que es el propilenglicol y cuya función es hacer al minoxidil soluble.

Se observa su eficacia a partir de los 3 a 4 meses de uso, si su aplicación es constante.

En caso de alopecia, se aconseja consultar con el dermatólogo tricólogo para que indique el tratamiento adecuado, la dosis correcta y haga un seguimiento del tratamiento.

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