¿Qué es el síndrome del intestino irritable?
El SII (Síndrome del Intestino Irritable) es un trastorno del intestino con un conjunto de síntomas que se manifiestan sin presentarse un daño visible o enfermeddad en el intestino.
Es un trastorno que afecta la intestino grueso y solo un pequeño número de personas tienen síntomas graves. No causa cambios en el tejido intestinal y no aumenta el riesgo de cáncer colorrectal.
Se distinguen tres tipos de SII con el objeto de adecuar el tratamiento:
- Estreñimiento predominante
- Diarrea predominante
- Mixto
Causas
Entre las causas pueden estar en una dieta no saludable, el estilo de vida y el estrés. Aunque se desconocen, las causas exactas del SII. Lo que se sabe es que hay factores que pueden influir, como:
- Anomalías en los nervios del sistema digestivo que hacen que se experimenten molestias o malestar mayor al que es normal cuando el abdomen se estira bien porque hay gases o por las heces. El organismo puede reaccionar a señales entre el cerebro y el intestino mal coordinadas y hacen que el cuerpo tenga una reacción desproporcionada a los cambios del sistema digestivo. Esto da lugar a diarreas, estreñimiento o dolor.
- También puede suceder que las paredes de los intestinos se contraigan por los músculos que tienen en sus paredes cuando se mueven los alimentos a través de ellos. Las contracciones más fuertes pueden dar lugar a hinchazón, diarrea y gases, sobre todo si duran más de lo normal. Si las contracciones musculares son débiles provoca una ralentización del paso de los alimentos y las heces resultantes son secas y duras.
- El SII puede aparecer tras una gastroenteritis causada por bacterias o virus.
- Por otro lado, también puede estar asociado a un sobrecrecimiento bacteriano que es un exceso de bacterias en el intestino.
- Los cambios en la composición de la microbiota intestinal que reside en los intestinos pueden producir el síndrome del intestino irritable. En el sistema digestivo existen bacterias, virus, hongos y arqueas que forman la microbiota y tiene una composición concreta y necesaria para que nuestro sistema digestivo esté sano, y también influye esta composición en otros sistemas orgánicos.
- El estrés es un importante factor de riesgo, especialmente si se produce en la infancia.

Síntomas
Los signos y los síntomas del SII varían y pueden persistir durante un tiempo prolongado. No solo se producen diarreas, también hay alternancia con estreñimiento, dolor abdominal, gases, hinchazón y cólicos.
No hay una prueba diagnóstica definitiva para su diagnóstico y son los síntomas los primeros que indican la posibilidad de diagnóstico. el médico descartará otros posibles trastornos y usará un conjunto de criterios de diagnóstico para el SII.
Los síntomas más comunes son:
- Dolor, hinchazón y/o cólicos en el abdomen y en relación con la evacuación de heces.
- Cambios en la frecuencia con la que se evacua.
- El aspecto de las deposiciones cambia.
Otros síntomas están relacionados con la hinchazón soin el aumento de gases o con mucosidad en las heces.
Hay que consultar al médico si hay un cambio persistente en los hábitos intestinales o si aparecen alguno de estos síntomas descritos. Y esta consulta se tiene que realizar de forma urgente si hay pérdida de peso, diarrea nocturna, vómitos sin una causa aparente, sangrado rectal, dificultad al tragar o dolor persistente que no se alivia al expulsar gases o al defecar.

Tratamiento
En este trastorno del intestino se necesita personalizar en cada paciente su tratamiento según sus síntomas.
Es diferente dependiendo de los síntomas, su intensidad y su frecuencia. Y de cómo repercuten en la calidad de vida de la persona que los tiene.
Hay que valorar cuál es el síntoma predominante y la simultaneidad con otros síntomas ya sean digestivos y extradigestivos. Se tienen en cuenta también los psicológicos.
En algunos casos solo será necesario un cambio en la dieta y en el estilo de vida, pero otros pacientes necesitarán también un tratamiento con varios fármacos que será individual y personalizado. No existe un tratamiento único para prescribir a todos los pacientes con SII, ni dietético ni farmacológico por los diferentes síntomas que se presentan con este síndrome y sus diferentes manifestaciones en los distintos pacientes.
Además, no todos los pacientes responden de la misma manera al mismo tratamiento, cada uno tiene sus particularidades.
Por todo ello, los pasos a seguir en el tratamiento son los siguientes:
- Explicación de la enfermedad por parte del médico al paciente.
- Observación de los hábitos alimenticios, de tratamientos farmacológicos y hábitos de vida del paciente para averiguar que cambios debe hacer.
- A partir de los resultados, proponer unos hábitos higienico-dietéticos saludables para este paciente.
Los pacientes suelen identificar algunos alimentos que causan los síntomas y se recomienda evitarlos siempre que el médico especialista lo aconseje y no supongan una restricción nutricional importante.
El tratamiento farmacológico, como ya se ha indicado, es personalizado a cada paciente y deberá ser prescrito por el gastroenterólogo o el especialista del aparato digestivo y en seguimiento junto con el médico de atención primaria.
Actualmente, las opciones con mayor evidencia científica están en el uso de laxantes o antidiarreicos en combinación con espasmolíticos o moduladores viscerales que en general son psicofármacos.
Otra línea de tratamiento importante es la actuación sobre la mucosa intestinal tratando la permeabilidad intestinal y a nivel de la microbiota intestial con prebióticos y probioticos. Esta línea se realiza con terapia integrativa por parte de especilistas. Sobre este tratamiento me puedes preguntar.
Consejos
La Guía del National Institute for Health and Care Excellence (NICE) indica unos consejos a tener en cuenta:
- Establecer un horario de alimentación regular
- Reducir la ingesta de grasas no saludables
- Evitar comidas copiosas
- Reducir la fibra insoluble
- Limitar el consumo de cafeína
- No tomar alimentos procesados
- Reducir los alimentos edulcorados
- Evitar el alcohol
Desde la Sociedad Española de Patología Digestiva, la doctora Jimenez Contreras recomienda realizar de 4 a 5 comidas al día, comer despacio con una correcta masticación y no fumar ni tomar alcohol.
También se recomiendan evitar los fritos y las bebidas gaseosas.
En los casos en que existan intolerancia o sensibidad hay restringir alimentos que tengan en su composición la sustancia que las produce como puede ser la lactosa, la fructosa, el sobitol o el gluten. Si no existe intolerancia o sensibilidad no hay por qué eliminarlo de la dieta. Pero estas restricciones solo se deben hacer si hay un diagnóstico claro de esa intolerancia o sensibilidad. El tener dietas, por ejemplo sin gluten sin ser intolerantes o sensibles al gluten no tiene un beneficio en incluso podría llevar a algún perjuicio al cabo de un tiempo.
El ejercicio moderado adaptado al paciente puede ser parte del tratamiento y mejorar los síntomas, sobre todo para combatir el estreñimiento
Con respecto a los fármacos, existe una gran variedad para paliar los sintomas digestivos del SII, pero la eficacia es baja y es diferente en cada paciente.
Falsas creencias sobre el SII
Los errores que se pueden creer sobre el síndrome de intestino irritable o del colon irritable son:
- Un error frecuente es creer que el SII se manifiesta exclusivamente con diarrea. Este síndrome se manifiesta con dolor abdominal que puede ir acompañado de diarrea o de estreñimiento, o se pueden alternar ambos.
- Pensar en los antidiarreicos como único tratamiento para solucionar este trastorno. Pero los antidiarreicos solo van a proporcionar un beneficio momentáneo sin control de los síntomas a nivel total.
- También existe el error de consumir alimentos ricos en fibra en mayor cantidad u frecuencia. Este tipo de alimentos pueden empeorar los síntomas en este tipo de trastorno. Esto también sucede con la fruta y la verdura por los azúcares que contienen. Estos alimentos son recomendados en personas que no tienen el síndrome del intestino irritable, son alimentos saludables y son parte de una dieta sana pero en personas que tienen el SII deben ser observados y controlados. Si cuando se consumen se produce hinchazón, dolor abdominal y meterorismo de forma visible se debe comunicar al médico especialista para que sus consejos vayan dirigidos a tener una dieta saludable que limite estos alimentos pero que no falte ningún nutriente.
Son alimentos que no se pueden eliminar de las dietas sin ningún control y para siempre porque se pueden producir deficit de vitaminas, minerales y otros nutrientes que pueden llevar a otro tipo de enfermedades.
Por otro lado, se habla mucho del ayuno y se piensa que el ayunar puede ayudar a una mejora en la salud intestinal, pero si este ayuno es prolongado muchas horas puede tener consecuencias como que en la siguiente comida se ingiera mayor cantidad de alimentos y eso lleva a una digestión más pesada y dificil de realizar para el intestino.