La permeabilidad intestinal aumentada es una patología en la que sustancias no deseadas pasan del intestino a la sangre porque las membranas del intestino están más permeables de lo normal.

La pared intestinal funciona como barrera selectiva permitiendo el paso y la absorción de nutrientes y bloqueando el paso de sustancias que pueden ser nocivas para nuestra salud.

El intestino es semipermeable motivo por el que puede seleccionar las sustancias que pasan y las que no. Cuando esta permeabilidad se altera da lugar a patologías como consecuencia del síndrome del intestino permeable.


¿Qué es la permeabilidad intestinal alterada?

El intestino delgado está formado por el duodeno, el yeyuno y el ileon. Tiene la función de digerir los alimentos que llegan del estómago (ya transformados en el estómago) y de absorber los nutrientes, que están en los alimentos que ingerimos, y el agua.

Las sustancias que son indigestibles en el intestino delgado llegan al intestino grueso (formado por el ciego, el colon, el recto y el ano). Los alimentos digeridos en el intestino delgado pasan por el conducto del ciego al colon. En el colon se extraen algunos nutrientes y electrolitos y el agua. Al final, se forman las heces para expulsarlas a través del recto y el ano.

Las membranas intestinales, que forman la pared intestinal, tiene la función de actuar como barrera frente a microorganismos y sustancias tóxicas y de ser un filtro para que pasen las que nos benefician, participando en la absorción y digestión de nutrientes.

En el intestino permeable esta función de barrera está alterada y no hay una correcta selección de sustancias. Esto lleva a que no se diferencia entre las que pueden pasar del intestino a la circulación sanguínea y las que no.

En un intestino sano, los enterocitos (células del intestino) que forman el epitelio intestinal se unen mediante proteínas que actúan como sello. Esta unión asegura la integridad de la barrera y evita el paso de sustancias no deseables a la sangre.

En el intestino permeable los enterocitos no están sellados correctamente por esas proteínas, dejando un hueco por el que es posible que entren patógenos, sustancias tóxicas, fármacos, alimentos mal digeridos, y otras sustancias nocivas para la salud.

Todas estas sustancias perjudiciales deberían ser eliminadas por el tracto digestivo sin pasar a la sangre pero al estar alterada la permeabilidad intestinal pueden pasar la barrera intestinal y entrar a la circulación sanguínea pudiendo dañar diferentes órganos.

Esta patología es cada vez más frecuente en la población.

Causas por las que aparece

Se asocia a las siguientes:

  • estrés,
  • mala alimentación,
  • tratamientos farmacológicos,
  • infecciones microbianas,
  • sustancias tóxicas,
  • isquemia intestinal y
  • a deportistas profesionales o que realizan un entrenamiento excesivo.

Efectos dañinos que produce

La permeabilidad intestinal se relaciona con:

  • alergia a determinados alimentos,
  • intolerancia alimentarias,
  • enfermedad de Crohn,
  • otras enfermedades inflamatorias intestinales,
  • También con eczema atópico,
  • candidiasis intestinal,
  • trastornos psíquicos como la depresión,
  • síndrome de fatiga crónica,
  • giardiasis crónica
  • y enfermedades autoinmunes, entre otras.

Cuando el intestino está inflamado y demasiado permeable es más propenso a ser invadido por bacterias, parásitos y levaduras que producirán los síntomas propios de esta invasión. Uno de estos síntomas es inflamación del intestino y aumento de la permeabilidad, dando lugar a un ciclo que incrementa la permeabilidad inicial.

Eje Intestino – Cerebro

La relación entre el estrés y el intestino permeable se encuentra a través del eje intestino – cerebro. El cerebro y el intestino interaccionan a través de mecanismos neuronales, inmunes y hormonales que dan lugar a su regulación. El mal funcionamiento de este eje da lugar a diversas patologías.

Cuando el intestino tiene permeabilidad las citoquinas proinflamatorias que entran también afectan al cerebro y también se hace permeable. El cerebro envía mensajes al sistema digestivo y éste devuelve mensajes inflamatorios, de cansancio y de depresión. Esta conexión se produce a través de citoquinas, neuropéptidos y del sistema nervioso entérico. Los mensajes que envía el cerebro y los mensajes que devuelve el intestino pueden hacer que las citoquinas pasen a otros órganos a través de la sangre llegando a producir una inflamación sistémica. Se inicia el proceso por un estrés que afecta al intestino pero puede llegar a afectar a todo el organismo.

Además, el estrés sostenido en el tiempo puede influir en la motilidad intestinal dando lugar a alteraciones en la microbiota, en las secreciones intestinales y produciendo microinflamación de la mucosa. El cortisol producido por este estrés actúa sobre la mucosa intestinal dando lugar a la liberación de citoquinas que pueden ser proinflamatorias.

Las bacterias que componen la microbiota intestinal afectan al eje intestino-cerebro para bien o para mal. Dependiendo de nuestra microbiota intestinal se segregan unos transmisores u otros y determinadas sustancias antiinflamatorias.

Esto nos conduce a una solución a esta patología del intestino permeable. Podemos modificar nuestra microbiota intestinal con el fin de equilibrarla y lograr mejorar nuestra salud.

Intestino humano

Cómo mantener un intestino sano

Existen extractos de plantas, aminoácidos, minerales y vitaminas que ayudan a que se produzcan más proteínas para sellar la unión entre los enterocitos. Consiguiendo de esta forma asegurar la función barrera del epitelio intestinal.

La Glutamina, el Zinc, el Betacaroteno y la Quercetina estimulan la producción de estas proteínas. La glutamina proporciona energía a las células epiteliales del intestino delgado.

El Aloe vera, N-acetilglucosamina y N-acetilcisteína tienen acción antiinflamatoria. Los polisacáridos del Aloe Vera y los arabinogalactanos de alerce fortalecen el sistema inmunitario. La N-acetilcisteína actúa como estabilizador para la síntesis de proteínas y es necesario para la formación de glutatión que es un antioxidante.

Además, el Malvavisco y el Olmo rojo son también beneficiosos para nuestra salud intestinal. Ambos producen mucílagos que forman una capa protectora sobre la mucosa. Y el malvavisco también ayuda a la regeneración de las células del intestino.

Por último, podemos equilibrar nuestra microbiota intestinal con el uso de probióticos y prebióticos. Los prebióticos actúan favoreciendo el crecimiento de bacterias beneficiosas para el intestino al ser alimento para estos microorganismos. Y los probióticos son cepas de bacterias beneficiosas que se ingieren directamente y van a formar parte de nuestra flora intestinal ayudando a que esté equilibrada. Tanto los prebióticos como los probióticos se pueden tomar a través de los alimentos o como suplementos.

Para conseguir una completa salud intestinal con un asesoramiento personalizado y lograr la biorregulación de tu organismo, contacta a través del formulario de contacto o llamando al número que aparece en la sección de contacto. Estaré encantada de poder ayudarte a llevar la vida que deseas.

Programa «Cuidamos de tu salud» en Onda Pro Radio

Cuidamos de tu salud – Permeabilidad intestinal

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