Otitis

Qué es la otitis

La otitis es la inflamación del oído y/o de los tejidos circundantes. Es una de las enfermedades que más se producen durante la infancia. Son de origen viral o bacteriano y su gravedad está en la pérdida de audición en niños si no se tratan a tiempo.

Tipos de otitis

Los tipos de otitis se pueden dividir en agudas, subagudas o crónicas según el tiempo de duranción de los síntomas:

  • Agudas: de 0 a 3 semanas.
  • Subagudas: de 3 a 12 semanas.
  • Crónicas: más de 12 semanas.

También se diviiden en función de la parte del odío a la que afecta en externas o medias.

Otitis media

La otitis media puede ser aguda o crónica.

Dependiendo de si presenta una secreción de líquido en el oído medio puede ser otitis media:

  • seromucosa: el líquido es de tipo seroso, es un líquido parecido al agua.
  • mucosa: con un líquido viscoso, parecido al moco.
  • purulenta: la secrección es de pus.

La otitis media serosa, según la OMS, tiene la presencia de líquido no purulento en el oído medio y la membrana timpánica se mantiene integra. El líquido puede ser de mucoso, seroso y una mezcla de ambos.

La otitis media aguda es la infección que más se produce en niños. Es un proceso inflamatorio, normalmente con infección, en las cavidades del odio medio.

Hay presencia de líquido, que puede tener pus o no, en la cavidad media del oído, detrás del tímpano. A este líquido se le denomina exudado y se produce como consecuencia de la inflamación.

Aparece cuando el canal que conecta la parte media del oído con la garganta, llamado trompa de Eustaquio, se obstruye. La trompa de Eustaquio tiene la función de drenar el líquido que se produce en el oído medio y si se obstruye el líquido se acumula pudiendose producir una infección. Cuando se produce esta disfunción de la trompa de Eustaquio se dificulta el equilibrio de presiones del oído medio y la salida de secrecciones.

Los microorganismos más comunes son Streptococcus pneumoniae en un 35% de los casos, Haemophilus influenzae en un 25% y Moraxella catarrhalis en un 15%.

Los síntomas son otalgia (dolor en el oído) e hipoacusia (disminución del la capacidad auditiva). También puede haber fiebre, especialmente en niños.

Se puede llegar a perforar la membrana del tímpano de forma espontánea lo que da lugar a la secrección de líquido (otorrea) sanguinolento. Cuando sucede esto disminuye el dolor.

El tratamiento se realiza con antibióticos orales y analgésicos.

La otitis media crónica puedes ser simple o coleosteotomosa.

  • Otitis media crónica simple: se produce la inflamación crónica de la mucosa del oído medio. Afecta a la caja del tímpano y a la trompa de Eustaquio. Hay otorrea mucopurulenta por una perforación del tímpano. La supuración puede ser intermitente o continua. También se produce hipoacusia leve o moderada aunque no suele tener complicaciones graves. El tratamiento farmacológico se realiza en las reagudizaciones. La intervención quirúrgica se realiza cuando hay que restablecer la membrana del tímpano y la función de la cadena osicular.
  • Otitis media crónica colesteatomatosa: Se produce por la presencia de piel no adecuada en el oído medio, normalmente por una otitis media crónica simple. El tratamiento suele ser quirúrgico.
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Otitis externa

Las otitis externas se producen por la infección del conducto auditivo externo y su inflamación. Este conducto se situa desde la oreja hasta el tímpano. Pueden extenderse a los tejidos circundantes o a la capa externa del tímpano.

Los síntomas generales son dolor, picor, otorrea e hipoacusia leve, enrojecimiento, inflamación y puede haber supuración.

Se deben tratar con el tratamiento correcto lo antes posible para evitar complicaciones que lleven a una otitis crónica o a una pérdida auditiva.

Los tipos de otitis externa son:

Otitis externa localizada o circunscrita

Se produce por la infección de uno de los folículos pilosos del conducto auditivo externo. La causa es la bacteria Staphylococcus aureus. El tratamiento es con pomadas antibióticas o con antibióticos orales.

Otitis externa difusa: los síntomas son dolor intenso, eritema, otorrea purulenta e inflamación del conducto auditivo. La causa común es la bacteria Pseudomona aeruginosa y está relacionada con el calor, la humedad, uso de piscinas y sudoración excesiva. El tratamiento consiste en aplicar gotas antibióticas óticas, corticoides tópicos y en los caso más graves antibióticos orales.

Otitis externa fúngica y otomicosis: la causa de esta infección son hongos saprófitos en el conducto auditivo externo. Estos hongos pueden ser Candida o Asperfillus. Se producen por contacto continuo con el agua o por un uso prolongado de gotas óticas con antibióticos. Se produce picor, dolor y otorrea. El tratamiento consiste en la aplicación de gotas antifúngicas tópicas. Hay que mantener la zona seca.

Otitis externa malinga: esta infección se suele producir por Pseudomona aeruginosa y comienza en el conducto auditivo externo pudiéndose extender a los tejidos adyadecentes al hueso temporal. Se pueden producir complicaciones endocraneales. Aparece en pacientes diabéticos, inmunodeprimidos y de edad avanzada. Los síntomas son otorrea intensa y otalgia que no remiten con el tratamiento habitual por lo que hay que tratarla con antibióticos intravenosos.

Vacunación

Cómo prevenir las otitis

  1. Evitar la exposción al humo del tabaco, el humo del tabaco es uno de los factores de riesgo de la otitis media, especialmente en niños. Ser fumador pasivo aumenta las probabilidades de padecer infeciones respiratorias que pueden derivar en infeccione de oído.
  2. Vacunar a los niños cuando les corresponde según su calendario vacunacional: las vacunas ayudan a evitar infecciones por los microorganismos que causan la otitis media. A la vez, el médico considerará si se deben poner vacunas específicas que no están en el calendario.
  3. Tener la manos siempre limpias y los objetos que toca el niño tambien, como son los juguetes evitando que acumulen gérmenes.
  4. Vigilar la evolución de las infecciones respiratorias para que no deriven en otitis.
  5. Beber abundante agua para estar hidratados y que el moco sea fluido.
  6. Fomentar la lactancia materna para que el bebe tenga un sistema inmune más fuerte.
  7. No introducir objetos en el oído, ni limpiar los oídos con bastoncitos de algodón.
  8. Se pueden limpiar con agua y jabón y después secarlos con una toalla.
  9. Para nadar o bañarse en la piscina, usar tapones. También, al lavarse la cabeza.
  10. Cuando aparezcan los primeros síntomas hay que acudir al médico lo antes posible. Evitar automedicarse ni usar remedios caseros.
  11. Seguir el tratamiento prescrito por el médico.
  12. Evitar bañarse en aguas en las que se estén bañando muchas personas y que no cumplan las medidas de higiene correspondientes a la legislación que las regula.