En artículos anteriores os he explicado el poder que tienen las palabras para crear nuestra realidad y cómo actúan las palabras en nuestro cerebro. Cómo cada palabra que usamos llega a nuestro cerebro consciente y al inconsciente a través del lenguaje y cómo las palabras que nos decimos ejercen su poder definiendo nuestros pensamientos, emociones y comportamientos. También, os indicaba lo importe que es tener un lenguaje positivo en nuestro día a día. Ahora os voy a explicar que pasa en nuestro cerebro con el lenguaje positivo y a dar pautas para saber cómo lograr ese lenguaje positivo.
El lenguaje positivo es una herramienta muy potente que te lleva a la acción. ¿Y cómo lo hace? Porque activa en el cerebro los lóbulos frontales, y estos lóbulos frontales activan las áreas motoras que te llevan a actuar. Estos cambios dependen solo de ti porque tú eliges y decides que palabras usar. Si eliges palabras negativas activas la parte del cerebro que te lleva a la alerta, al estrés, para protegerte de ese peligro que percibe tu cerebro. Si usas palabras positivas activas partes de cerebro que te llevan al placer y a la acción.
La toma de conciencia del lenguaje que usas y elegir utilizar palabras que te benefician te va a llevar también a cambios positivos en tus pensamientos, emociones y comportamientos. Para lograr usar un lenguaje positivo el poder está dentro de ti y puedes acceder a él. Solo tienes que aprender a hacerlo.
Observa tu lenguaje
Para empezar observa tu lenguaje, cómo te hablas a ti y cómo hablas a los demás. Detecta cuando estás usando palabras con una connotación negativa. Al cabo de unos días tendrás un radar que te avisará automáticamente. Y cada vez que se active esa alarma cambia esas palabras negativas por otras que no lo sean.
Al principio, para realizar el cambio, busca palabras que tengan un significado más neutro y estén más adaptadas a una realidad más positiva que la que tenías. La mayoría de las veces agravamos la realidad con nuestras palabras. Si paramos, observamos lo que decimos y lo cambiamos nuestra percepción cambia. No quiere decir que te mientas sobre lo que está pasando, simplemente que reflexiones y encuentres palabras que describan esa realidad que estás percibiendo desde un punto de vista más agradable. Con la práctica te será cada vez más fácil encontrar palabras positivas y realizar el cambio. Y al final en tu lenguaje habrá un mayor número de palabras positivas que de negativas. Es una primera práctica para lograr un lenguaje positivo.

Técnica de Programación Neurolingüística
En Programación Neuroligüística, PNL, utilizamos un ejercicio para hacer este cambio más dinámico y eficaz. Consiste en cambiar la palabra negativa de la frase por una positiva y añadir el NO delante de la frase. Este ejercicio, denominado Uso Sistemático de la Negación, tiene su base en que el inconsciente no entiende el NO y se queda solo con el resto de la frase.
Por ejemplo: si te dices «Esto es muy difícil de hacer» el cerebro, que siempre va a apoyar lo que nos decimos, va a entender que es difícil y no te va a ayudar a hacerlo. Ahora, si dices: «Esto no es fácil de hacer», el cerebro anula el no y se queda con la palabra fácil. La frase sigue reflejando la realidad pero el cerebro va a ayudar a que sea más fácil lo que quieres hacer porque es una palabra con connotación positiva y activa las partes del cerebro que llevan a la acción y a la satisfacción. Estas frases te ayudan a lograr un lenguaje positivo.
Repetición de afirmaciones positivas
Otra actividad que puedes hacer es repetir las palabras positivas o afirmaciones positivas en tus pensamientos o en voz alta y tu cerebro lo recibe como algo real. Las afirmaciones positivas te ayudan a tener un cerebro positivo y eficaz y es una práctica muy fácil de llevar a cabo.
El cerebro tiene la capacidad de cambiar según las experiencias que vives. Y estas experiencias de vida van formando nuevas conexiones neuronales en él.
Recuerda que el cerebro no distingue entre lo que es imaginario y lo que es real por lo que tus pensamientos también cuentan para él como experiencias de vida. Así lo que te pasa y lo que piensas que te pasa tienen el mismo efecto en tu cerebro.
La repetición de pensamientos hace que se integren en tu red neuronal y refuercen esas conexiones. Con el tiempo esa repetición hará que pienses más veces lo mismo y lo sientas de la misma manera. Al repetirse se van automatizando esos pensamientos y sentimientos y al final se piensan y se sienten sin darte cuenta. Esto sucede tanto cuando piensas en negativo como en positivo. Este proceso se realiza por la neuroplasticidad que tiene el cerebro y lo puedes usar en tu favor o en tu contra.
Si tienes pensamientos negativos, con emociones desagradables y pierdes el control de tus comportamientos, y esto se repite, se refuerza la parte negativa de este proceso.
Pero si quieres puedes tener el control consciente de tus pensamientos, emociones y comportamientos gracias a esa neuroplasticidad del cerebro. Así, puedes aprender a influir en tus procesos mentales cultivando pensamientos positivos, emociones agradables y comportamientos que te van a hacer sentir bien y estarán acordes a la vida que deseas. Cuando lo practicas tu cerebro lo integra y te ayuda a escoger cómo quieres vivir tus experiencias y responder ante ellas.
La repetición de afirmaciones positivas te ayudan a reforzar esas nuevas rutas neuronales que te liberan de la negatividad. Activa estados mentales agradables y calma la reacción que se produce en las regiones límbicas del cerebro encargadas de la lucha o huída. Las afirmaciones positivas no cambian la situación que se vive pero si tienen el poder de cambiar la forma en la que percibimos e interpretamos. Al eliminar la negatividad y sustituirla por mensajes positivos nuestra mentalidad cambia, se eliminan las barreras que nos bloquean y se instala una forma de pensar positiva.
Al usar afirmaciones positivas creas experiencias positiva en ese instante. Así, se inicia todo el proceso de crear y reforzar los programas neuronales correspondientes a patrones de pensamiento y comportamientos que mejoraran tu vida y tus relaciones.

Pasos para lograr afirmaciones positivas:
- Reflexiona sobre qué áreas de tu vida quieres mejorar.
- Elige la primera área sobre la que quieres trabajar.
- Piensa una frase positiva en presente sobre ese área.
- Siente esa frase cómo si ya la estuvieras viviendo aquí y ahora.
- Escribe la afirmación en diferentes papeles y colócalos en distintas partes de tu casa donde te recordarán esa afirmación.
- Repite esa afirmación, mejor en voz alta, una y otra vez. Al levantarte, durante el día y al acostarte.
- Cuando ya sientas los resultados de tus afirmaciones puedes elegir otra área que quieras mejorar y repetir todos los pasos.
Cuando realices las repeticiones de la afirmación positiva que has elegido no dudes ni las cuestiones, solo repite sin juicio. Repite tu afirmación positiva por las mañanas y por la noche antes de acostarte. Procura poner toda tu atención en tus pensamientos y en las palabras, repetirlas con convencimiento y enfoque en lo que dices. Para conseguir esa concentración te puede ayudar realizar una relajación o una meditación. Una vez que la has repetido de forma consciente y con el foco puesto en ella, la puedes seguir repitiendo en cualquier momento aunque no estés concentrado, solo repite durante el día, cuando te acuerdes o cuando te encuentres ante esa situación que quieres mejorar.
La repetición hará que la afirmación se incrusten en tu cerebro. Hará que tu cerebro desarrolle nuevas rutas neuronales a tu favor que al final se automaticen y la afirmación saldrán sin pensar. Formarán parte de tu lenguaje y te conducirá a nuevas perspectivas beneficiosas para ti.
Desarrollar la inteligencia emocional
Las emociones y las palabras están unidas a la hora de tomar acción para conseguir un lenguaje positivo con palabras positivas. Daniel Goleman define 5 pasos para desarrollar nuestra inteligencia emocional hacia unas emociones positivas y en ello tienen un papel relevante las palabras, cómo nos hablamos a nosotros mismos y que palabras empleamos al hablar a los demás. Estos 5 pasos son:
- Tomar conciencia de las palabras con la que hablamos y pensamos y tomar conciencia de las emociones que tenemos. Detectar las palabras negativas que hay en nuestro lenguaje y las emociones desagradables que siento para poder cambiarlas por positivas.
- Regular ese lenguaje y esas emociones. Hay ejercicios para realizar esta regulación.
- Elegir las palabras con las que voy a construir mi lenguaje positivo y las emociones que quiero sentir.
- Desarrollar habilidades de comunicación que permiten que nos relacionemos con nosotros mismos y con los demás.
- A partir de esas habilidades desarrolladas usarlas junto con el lenguaje positivo y la gestión emocional para tener relaciones sanas.
Ahora ya sabes de la enorme importancia que tiene un lenguaje positivo para que logremos la vida que deseamos. Y sabes cómo puedes lograrlo en tu día a día. No lo dudes, empieza ya a seleccionar las palabras que te dices y qué dices a los demás para construir tu lenguaje positivo e iniciar tu transformación a una mejor versión.
