Te puede sorprender leer esta frase: tus palabras tienen el poder de crear tu realidad. Termina de leer este articulo y sabrás por qué las palabras nos condicionan y la importancia de tener un lenguaje positivo.
¿Cómo de importante es nuestro lenguaje?
Vemos el mundo según nuestra lengua materna y en las diferentes lenguas maternas hay palabras iguales con diferente significado e interpretación. Incluso la misma palabra puede tener distintos significados en el mismo idioma. El lenguaje nos define y nos hace entender el mundo desde varias perspectivas.
De la misma forma, nos decimos palabras a nosotros mismos que tienen un significado concreto. Ese significado nos lo creemos y nos lleva a una interpretación de la realidad. Cada palabra que usamos llega a nuestro cerebro consciente y al inconsciente a través del lenguaje. Y cada palabra que nos decimos ejerce su poder definiendo nuestros pensamientos, emociones y comportamientos.
Las palabras que nos decimos y utilizamos al hablar en nuestro día a día tienen un gran poder. Si estas palabras nos empoderan, nos dan valor como personas y nos producen emociones de bienestar hacia ese bienestar se creará nuestro día y nuestro futuro.
Y si elegimos palabras negativas con desaprobación y crítica nuestro futuro se creará rodeado de negatividad. Las palabras negativas reducen las posibilidades de encontrar alternativas a la situación en la que nos encontramos, disminuyen nuestra visión del mundo, nos secuestran en pensamientos negativos y en emociones desagradables que nos impiden avanzar.
Las palabras positivas nos activan, nos llevan a la acción, aumentan nuestra atención, nos ayudan a concentrarnos mejor y a pensar más rápido. Ayudan al aprendizaje y a encontrar soluciones. Nos llevan a comportamientos que nos hacen sentir bien y nos ayudan a conseguir nuestras metas.
Programas formados con palabras
Las palabras salen de forma automática de programas que hemos aprendido e incorporado, y que muchas veces no nos damos ni cuenta. A lo largo de nuestra vida hemos aprendido de nuestro entorno (padres, profesores, familiares, amistades …) a usar un lenguaje formado por palabras, positivas y negativas. Lo más común es que haya más palabras negativas que positivas porque la tendencia en nuestra educación ha sido a castigar y recriminar los errores. De esta forma, desde pequeños hemos reforzado la forma negativa de usar el lenguaje al repetirla una y otra vez.
Esto nos ha llevado a emociones desagradables y paralizantes en lugar de fomentar el aprendizaje positivo con emociones agradables que nos motiven, nos empoderen y nos lleven a actuar.
La buena noticia es que igual que aprendimos ese lenguaje negativo podemos cambiar y aprender a hablar y pensar con palabras positivas que formen un lenguaje positivo. Si queremos, podemos cambiar cómo nos hablamos y podemos cambiar nuestro discurso interior para construir una realidad hacia nuestra mejor versión.
También el inconsciente tiene un papel relevante en la creación de nuestra realidad a través de las palabras. Si nos decimos expresiones como «yo soy tonto o tonta», «yo siempre meto la pata» o frases similares nos las creemos. Nuestro inconsciente lo graba y colabora en la creación de esa realidad. Así cuando se presente la ocasión meteremos la pata, es una profecía autocumplida.
Y el gran poder de las palabras nos lleva a sentir emociones. Usar palabras positivas nos lleva a tener emociones positivas que nos conducen a nuestro bienestar y nos encaminan para lograr nuestros objetivos. El lenguaje positivo nos permite gestionar adecuadamente nuestras emociones.
¿Qué es el lenguaje positivo?
El lenguaje positivo es encontrar las palabras que nos ayudan a:
- Ver el lado bueno de lo que nos sucede, «ver el vaso medio lleno».
- Sacar lo beneficioso de momentos de adversidad.
- Encontrar palabras que nos ayudan a fortalecer nuestra autoestima de una forma sana.
- Desarrollar nuestras capacidades y habilidades hacia nuestro crecimiento personal y laboral.
- Mejorar nuestra comunicación.
- Mejorar nuestras relaciones.
- Ver el mundo desde una perspectiva beneficiosa para nosotros.
El lenguaje positivo ayuda a construir una actitud basada en desarrollar capacidades y habilidades dirigidas a mejorar nuestra comunicación, a mejorar nuestras relaciones y a ser más empáticos. Y el lenguaje positivo nos ayuda a trascender las crisis hacia oportunidades que nos presenta la vida.
La palabras positivas aportan energía y creatividad activando nuestra vida hacia nuestros sueños. Nos ayudan a mirar el futuro con confianza y optimismo. El lenguaje positivo contiene las palabras que tienen el poder de crear nuestra realidad hacia lo positivo
Neurociencia: el cerebro cambia con las palabras
Estudios recientes en neurociencia han demostrado que las palabras que usamos al hablar o al pensar cambian nuestro cerebro. Se ha visto que las palabras agresivas o negativas envían señales al cerebro para activar mecanismos de defensa al percibirlas como un peligro. Y que las palabras positivas conducen a la segregación de las hormonas de la felicidad como son la dopamina, serotonina y oxitocina.
En ambos casos, tanto si nuestro lenguaje es positivo como si es negativo, las palabras intervienen enviando señales que activan diferentes partes del cerebro. Estas partes del cerebro harán sus funciones en nuestro organismo a nivel físico, en nuestra mente a nivel de pensamientos y en nuestras emociones. Así, las palabras tienen el poder de crear nuestra realidad.
La Programación Neurolingüística o PNL nos da la oportunidad de:
- debilitar esos programas antiguos con palabras limitantes que nos llevan a comportamientos que no queremos hasta hacerlos desaparecer,
- y adquirir programas nuevos con palabras potenciadoras que nos conducen a comportamientos deseados transformando nuestras vidas.
Si necesitas ayuda para esa transformación puedes contactar conmigo, te ayudaré en tu proceso de cambio hacia la vida que deseas.