Cerebro. Fortalecer conexiones neuronales. Crea nuevas conexiones neuronales. Plasticidad.

En el artículo «Las palabras tienen el poder de crear tu realidad» os describía el poder que tienen las palabras en nuestro cerebro y cómo ese poder puede condicionar nuestros comportamientos y nuestra realidad. En este quiero explicaros el proceso que se produce en el cerebro a partir de las palabras. Cómo actúan las palabras en nuestro cerebro.

Se ha demostrado a través de estudios recientes en neurociencia que las palabras que usamos al hablar o al pensar cambian nuestro cerebro. Tanto si estas palabras son positivas como si son negativas.

Cuando ves, oyes, dices o piensas cualquier palabra negativa se activa tu amígdala cerebral situada en el sistema límbico. La amígdala es el principal núcleo de control de las emociones y los sentimientos, controla las respuestas de satisfacción o miedo. Ante un estímulo negativo se activa y comienza a segregar hormonas y neurotransmisores del estrés. Su fin es hacernos luchar, huir o escondernos ante una situación de alerta, amenaza o peligro. Con esta activación los centros del razonamiento lógico, situados en los lóbulos frontales del cerebro, se anulan y no puedes pensar con claridad. De esta forma, se activan los centros que predicen resultados negativos y empiezas a pensar en todas las posibilidades que te dan miedo.

Además interviene el tálamo que es una estructura que está en el centro del cerebro en forma de nuez y que también forma parte del sistema límbico. El tálamo procesa la información sensorial que recibimos del exterior conectando esta información con diferentes partes del cerebro. Al imaginar o pensar algo, el tálamo procesa esa información como si estuviera pasando en la realidad. Procesa lo que hay en nuestra mente igual que procesa lo que realmente nos llega a través de los sentidos cuando una situación sucede de verdad. No diferencia entre la realidad y la imaginación y actúa como si todo fuera real. Por lo tanto, si estás continuamente usando un lenguaje negativo, pensando en negativo o imaginando sucesos negativos tu cerebro está todo el tiempo en alerta y protegiéndose.

Los pensamientos se anclan en un bucle de negatividad y aumenta la preocupación, el miedo y la ansiedad. Si este proceso se mantiene en el tiempo y lo repites frecuentemente tu cerebro irá cambiando, irá creando nuevas rutas neuronales basadas en esa negatividad y cambiará su estructura y sus funciones. Este es el proceso de modificación del cerebro que tiene lugar a partir de nuestras palabras. En su activación radica el poder de las palabras que forman el lenguaje que utilizas.

El cerebro reconoce en el lenguaje las palabras que le avisan de un peligro, tanto cuando las dices como cuando las piensas, y cómo quiere protegerte para asegurar tu supervivencia envía señales al organismo para que se activen respuestas fisiológicas en el cuerpo y poder tener esas respuestas de lucha o huída asociadas con el estrés.

Cómo detener el bucle de la negatividad

Para detener el bucle de negatividad que se ha iniciado con las palabras negativas tenemos que interrumpir la actividad de la amígdala. Esto se consigue enviando señales de tranquilidad, paz y calma. Y estas señales se pueden enviar a través de las palabras positivas que activan en nuestro cerebro el proceso hacia la satisfacción. Así que de la misma manera que se activó nuestro cerebro con las palabras negativas ese proceso se puede parar y activar otro proceso con las palabras positivas, con un mayor beneficio para nosotros.

Palabras

Para conseguir que nuestro cerebro nos lleve a respuestas satisfactorias nuestras acciones deben dirigirse a:

  • Usar en nuestro lenguaje palabras positivas que van a calmar el cerebro y a romper el ciclo de negatividad. Nos debemos decir a nosotros mismos palabras que transmiten bienestar y emociones agradables.
  • Pensar en una situación ideal, vivida o imaginaria, en la que nos sentimos bien. Situaciones en las que tenemos emociones agradables. El cerebro se las creerá como una realidad.
  • Nombrar, en voz alta o con la mente, esas emociones agradables que sentimos en esa situación. Si puede ser es mejor en voz alta, incluso escribirlas.
  • Localizar en el cuerpo donde sentimos esas emociones agradables. Relacionar esa sensación corporal con esas emociones.
  • Repetirte mensajes de ánimo, seguridad y motivación. Frases afirmativas que si las repites a modo de mantra generan los cambios deseados hacia la calma y la motivación. Por ejemplo, yo puedo, yo soy capaz, me lo merezco …

Al recibir el cerebro estas palabras de forma repetida, la amígdala y el tálamo van bajando su actividad.

Si piensas que todo va bien, que estás a salvo y que en tu vida hay paz, y te lo repites con un lenguaje positivo, tu cerebro se lo cree y libera sustancias químicas que van a hacer que te sientas bien. Tu cerebro se cree que estás a salvo y que todo va bien. Se liberan neurotransmisores que producen placer (dopamina, serotonina y oxitocina) y se estimulan los centros de la recompensa. Como consecuencia, el estrés y la ansiedad bajan, tu cuerpo se relaja y tus emociones se regulan.

Redes neuronales

Tu cerebro cambia al crear nuevas rutas neuronales que te llevan a tener programas con pensamientos, emociones y comportamientos hacia tu bienestar.

Esto se consigue a base de practicarlo una y otra vez, hay que realizar el esfuerzo de la repetición y la práctica y cada vez que seas conscientes de que no estás usando un lenguaje positivo parar y enfocarte en utilizarlo. Con el tiempo llegarás a hacer este proceso de forma automática, sin el esfuerzo que se necesita inicialmente, y tu vida estará en el camino del cambio.

Basándonos en estos cambios de rutas neuronales, existe la posibilidad de reprogramar nuestro cerebro eliminando esos programas aprendidos durante nuestra vida que no nos sirven e incluso nos perjudican. Cambiar esos programas antiguos por otros programas nuevos potenciadores que nos van a impulsar a la acción hacia la vida que deseamos.

La Programación Neurolingüística o PNL nos da la oportunidad de realizar estos cambios a través de las palabras, los pensamientos y las emociones, dando lugar a un cambio de comportamientos. Con la PNL se consigue debilitar los programas antiguos que nos llevan a comportamientos que no queremos hasta hacerlos desaparecer y adquirir programas nuevos que nos conducen a comportamientos deseados transformando nuestras vidas.

Si necesitas ayuda para esa transformación puedes contactar conmigo, te ayudaré en tu proceso de cambio hacia la vida que deseas.

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