La salud de nuestra boca y dentadura es fundamental para mantener la salud del resto de nuestro cuerpo. No solo es una cuestión de estética, que también puede ser importante, la salud bucodental es una cuestión de prevenir enfermedades.
Las enfermedades bucodentales pueden ser un inconveniente para disfrutar de una vida saludable.
Si la boca no se cuida como necesita existe un riesgo importante de padecer enfermedades graves bucodentales. Una mala higiene oral, una alimentación no saludable, fumar y beber alcohol son los principales motivos por los que aparecen estas enfermedades.
Además, la falta de una higiene bucal correcta también lleva a tener enfermedades crónicas, cáncer, enfermedades respiratorias, cardiovasculares y diabetes.
El o la especialista en las enfermedades bucodentales es el odotólogo/a o dentista, con quién hay que realizar revisiones periódicas. Si todo está bien se recomienda una revisión al año.

Problemas bucodentales que puedes tener
Caries
Se produce cuando los tejidos dentales se destruyen y afecta a la dentina e incluso a la pulpa. Según va avanzando se va pasando de tener una molestia al dolor. Las caries se deben tratar a tiempo para evitar que sean cada vez más profundas hasta poder llegar a la pérdida de la pieza dental. También puede afectar al hueso de soporte de la pieza y producir periodontitis.
Enfermedad de las encías
La gingivitis y la periodontitis son las principales enfermedades que afectan a las encias. La gingivitis se produce por un proceso inflamatorio de las encías y la periodonditis es por un daño en los tejidos blandos y los huesos que sostienen los dientes siendo una afectación más grave porque provoca la caída de los dientes.
Sensibilidad
Es un dolor dental que se produce de forma aguda tras entrar en contacto con el calor o el frío, con dulces o ácidos o simplemente al tacto y que no está causado por otra patología. Este dolor es causado porque la dentina queda expuesta al exterior.
Erosión dental
Es la pérdida de la estructura dental causada por un proceso químico en el que no interviene la microbiota bacteriana. Puede ser por factores externos o internos. Entre lo internos se encuentra el ERGE o reflujo gástrico.
Tinciones
También llamadas discromías dentarias. Son modificaciones del color fisiológico de los dientes y pueden ser por dentro en la parte interna o por la parte externa.
Mal aliento o halitosis
Las causas del mal aliento pueden ser algunos alimentos, malos hábitos, una incorrecta higiene bucal o enfermedades. En muchos casos se puede corregir con una correcta higiene dental diaria. Si con así no se resuelve hay que consultar al dentista o a su médico para comprobar que no está causado por una enfermedad.
Maloclusión
Es el mal contacto entre los dientes superiores o inferiores al cerrar la boca y al morder. Sus causas son alteraciones en el desarrollo óseo de la mandíbula en el caso de la parte inferior o en el maxilar en el caso de la parte superior. También por una mala posición de los dientes. Esta situación tiene consecuencias como el dificultar una buena higiene bucal, influir en la posición y equilibrio de nuestro cuerpo, dolor en la mandíbula, dolores de cabeza, problemas al hablar y al respirar y problemas de estética.
Cáncer oral
Es más frecuente en hombres y en personas mayores. Los dos factores principales por los que suele originarse esta enfermedad son el alcohol y el tabaco.
Comienza con un bulto en la mejilla o un área blanca o roja en las encías, lengua, boca o amígdalas. También con un dolor de garganta que no se va o con la sensación de tener algo en la garganta que es constante. Y con dificultad al masticar o tragar.
Muelas del juicio retenidas
Quedan retenidas cuando no tienen espacio para salir y desarrollarse normalmente. Pueden producir síntomas como: encías hinchadas o rojas o sensibles o sangrantes, dolor en la mandíbula, mal aliento, sabor en la boca desagradable, dificultad para abrir la boca, inflamación alrededor de la mandíbula.
Bruxismo (rechinamiento dental)
Cuando se tiene bruxismo se aprietan los dientes, se crujen y/o rechinan. Y se puede hacer de forma inconsciente despierto o mientras se duerme. Con el tiempo, debido a un bruxismo intenso, se pueden deteriorar las piezas dentales o la mandíbula.

Consejos para tener una buena salud bucodental
Es fundamental tener unos hábitos de higiene bucal saludables para reducir el riesgo de padecer enfermedades derivadas de una mala salud bucodental.
Los pasos a seguir para una correcta higiene bucodental son:
- Cepillar los dientes como mínimo 2 veces al día, después de cada comida principal. También usar el hilo dental o un irrigador dental para que las bacterias no se acumulen entre los dientes y las encías.
- Usar un colutorio adecuado a la necesidad de cada persona.
- Elegir una pasta dentífrica con fluor que también se adecue a las necesidades de cada persona.
- Usar el cepillo de dientes de forma correcta. La forma en que nos tenemos que cepillar los dientes es fundamental para eliminar las bacterias y prevenir las caries y el sarro. Una buena opción es un buen cepillo eléctrico.
- Cepillarse la lengua.
- Cuidar las encias.
- Cambia el cepillo de dientes o el recambio del cepillo eléctrico cada tres meses.
- No fumar ni beber alcohol.
- No tomar azúcar ni alimentos con azúcar.
- Haz una revisión con tu dentista al menos una vez al año para prevenir enfermedades.
- Bebe mucho líquido, principalmente agua, para estar bien hidratado y tener la suficiente saliva. La saliva es un buen protector y desinfectante bucal. Si no hay suficiente saliva aumenta el riesgo de contraer enfermedades bucodentales.
Un consejo más:
Se deben cepillar los dientes 30 minutos después de comer. Así, se evita dañar el esmalte de los dientes. La razón es que el pH de la boca es neutro, pH = 7, y con los alimentos este pH se vuelve ácido. Si se cepillan los dientes con esta acidez se puede dañar el esmalte dental. Al esperar los 30 minutos, la saliva hace su función para que el pH vuelva a ser neutro y ya no hay riesgo de dañar el esmalte.

Con estos consejos y la atención odontológica adecuada se pueden prevenir y/o tratar la mayoría de los problemas o enfermedades bucodentales.