Fotoprotector Tomas el sol de forma segura

Entre las recomendaciones que di en un post anterior para tomar el sol de una forma segura se encontraba la aplicación de fotoprotectores. Es imprescindible su uso para evitar los daños que se pueden producir en nuestra salud por las radiaciones UVA, las rayos UVB y la radiación IR-A.

¿Qué son los fotoprotectores?

Los fotoprotectores son productos que disminuyen al mínimo los daños que las radiaciones solares puede producir en nuestra piel.

Al principio, eran productos solamente destinados a minimizar el efecto de las quemaduras solares y las lesiones externas que el sol produce en la piel por la radiación UVB pero con el tiempo se ha añadido la protección a los rayos UVA y a la radiación IR. Estos tipos de radiaciones solares producen daños en nuestra piel a nivel profundo, a nivel del ADN y a un envejecimiento prematuro de la piel por lo que es fundamental tenerlas también en cuenta.

Hoy en día a los protectores solares o fotoprotectores se les añaden sustancias activas para la protección a la radiación UVA y UVB, y a la radiación IR-A para que sean eficaces tanto para el daño que se produce en el momento de estar expuestos como para el que se produce a medio y largo plazo.

Los fotoprotectores son de aplicación externa, sobre la piel y su composición es diferente dependiendo del tipo de fotoprotector.

Se pueden presentar en barras o stick (base sólida), cremas (bases semilíquidas), emulsiones o gel (base líquida) y spray.

Tipos de fotoprotectores

Son de diferentes tipos dependiendo de su composición:

  • Químicos: absorben la radiación solar transformándola en otros tipos de energía no dañinas para la piel. Son por ejemplo el Mexoryl SX y Mexoryl XL, absorben la radiación UVA y UVB.
  • Físicos: su efecto fotoprotector lo realizan al dispersar y reflejar la radiación lumínica que incide en la piel. Son óxido de zinc, óxido de hierro, dióxido de titanio, el talco y los silicatos como las arcillas y el caolín. Actúan como una pantalla opaca y por tanto son los menos cosméticos.
  • Mixtos: son los que en su composición tienen una mezcla de filtros químicos y físicos. Son más cosméticos y por tanto más agradables porque se les añaden partículas de mica recubiertas de óxido metálico o micronizado dando lugar a mejor textura y mayor beneficio.

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Características de los fotoprotectores

1. Factor de Protección Solar FPS o SPF

El SPF representa la potencia fotoprotectora que tiene el fotoprotector o protector solar. Es un número que hace referencia al poder reductor de los efectos de la radiación UV  que tiene el fotoprotector sobre la piel. Existe un método consensuado para comprobar el FPS o SPF para rayos UVB pero no existe este método consensuado para rayos UVA.

En los envases de los fotoprotectores aparecen estas siglas SPF (Sun Protection Factor) o FPS (Factor de Protección Solar) junto a un número. Este número indica el tiempo al que la piel puede estar expuesta al sol sin quemarse. Dependiendo de este valor y del tipo de piel o fototipo de piel de cada persona se podrá estar más o menos tiempo expuesto al sol.

¿Qué SPF se recomienda usar en cada fototipo de piel?

Existen 6 fototipos según la piel que sea más o menos blanca o morena.

El protector solar multiplica el valor de su SPF por el tiempo que cada fototipo puede estar al sol sin protección para poder aumentar ese tiempo de exposición.

En el fototipo 1, piel muy blanca, solo aguantaría expuesto al sol sin protección y sin quemarse unos 10 minutos. Se recomienda un fotoprotector con un SPF o FSP de 50 porque al aplicarse el fotoprotector de 50 se multiplica por 50 el tiempo que esta persona puede estar tomando el sol. Por lo tanto, podría estar al sol 500 minutos sin quemarse.

La piel que tiene un fototipo 2, que es algo menos blanca que la 1, resiste al sol sin quemarse unos 20 minutos y al aplicarse un fotoprotector con SPF de 50 su piel resistirá 1.000 minutos sin quemarse.

Según la piel va siendo más morena se va pasando del fototipo 3 al 6 y el tiempo de exposición al sol sin quemarse va aumentando.

La piel de fototipo 6 resiste al sol sin protección unos 60 minutos y si usa un fotoprotector de SPF 30 para una piel de fototipo 6 podrá estar 1.800 minutos tomando el sol sin quemarse.

Al cabo de este tiempo se debe volver a aplicar el fotoprotector.

Pero a todo esto hay que añadir factores que pueden hacer que el fotoprotector pierda su eficacia o la disminuya por efecto del agua, de la arena, del sudor, de secarse con la toalla y frotar o por la fricción de la ropa. Esto hace que haya que aplicar el fotoprotector de nuevo.

¿El factor de protección +50 es el que más protege?

El factor de protección solar de 50 bloquea el paso de los rayos UVB en un 99%. La normativa europea indica que hay que clasificar los protectores solares que tengan un FPS mayor a 50 en la categoría de «protección muy alta» y ponerles la etiqueta de FPS 50+.

Es verdad que encontramos en el mercado fotoprotectores con SPF de 90 y hasta de 100 y es porque estos fotoprotectores no siguen esta normativa europea.

El efecto del fotoprotector por encima de 50 es muy difícil de medir y de demostrar. No hay una gran ventaja de protección por tener un SPF mayor a 50 y la diferencia con el de 50 es pequeña. Por este motivo, la normativa europea no permite poner factores de protección solar por encima de 50 y los agrupa en 50+.

Se ha visto en un estudio científico que esta diferencia puede ser significativa en situaciones de exposición solar extrema como puede ser en montaña o estando en la nieve con sol.

Pero en situaciones normales, hay que tener en cuenta que al aumentar el FPS aumenta el precio del protector solar y puede que no merezca la pena por esa pequeña diferencia en la protección pagar por un fotoprotector que ponga que tiene un SPF de 60 a 100.

Recuerda que le SPF o FPS 50 ya filtra casi el 99% de los rayos UVB.

2. Resistencia al agua del fotoprotector

Hay dos conceptos con respecto a la resistencia al agua:

  1. Resistencia al agua o Water Resistant: en este caso el fotoprotector mantiene su FPS (SPF) en la piel tras 2 inmersiones de 20 minutos.
  2. Waterproof o resistente al agua: cuando mantiene su FPS (SPF) después de 4 inmersiones de 20 minutos.

3. Sustantividad del fotoprotector

Es la capacidad para mantener una protección prolongada en condiciones normales de utilización. Es decir, se mantiene adherido a la piel aunque haya una actividad física y sudoración.

4. Fotoestabilidad del fotoprotector

Los fotoprotectores deben ser estables frente a la luz ultravioleta. La fotoestabilidad es la resistencia que tiene el fotoprotector a la degradación por la luz UV.

5. Cosmética

Hace referencia al tacto, color, brillo y facilidad de aplicación.

6. Efectos adversos

Los fotoprotectores pueden ser eczemas, dermatitis alérgicas, urticaria u otras reacciones debidas a su composición, incluidos los excipientes.

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¿Cómo elijo mi fotoprotector?

Para elegir el fotoprotector que es mejor para ti, tienes que tener en cuenta es tu fototipo de piel, el lugar donde estás y la actividad que vas a realizar. Con referencia a estos factores podrás elegir un FPS o SFP conforme a la siguiente clasificación:

  • De 2 a 12 es una protección mínima
  • Desde 12 hasta 30 es una protección moderada
  • A partir de 30 es una protección alta

Para prevenir los efectos dañinos de la radiación UV que puedan aparecer a largo plazo hay que elegir fotoprotectores con filtros de amplio espectro, esto quiere decir que cubran el espectro UVA, UVB, Infrarrojo (IR). Y se recomienda usar una protección alta con FPS a partir de 30.

El fotoprotector debe asegurar que tiene la función de protector solar con una garantía y esta se puede verificar porque tiene un registro sanitario que ofrece una garantía sanitaria.

El término que aparece en algunos fotoprotectores de “pantalla total” ha sido desaconsejado por los expertos para evitar confusiones porque siempre existe el riesgo de daño en la piel.

Una vez hemos elegido el factor de protección SPF o FPS, tendremos en cuenta el resto de propiedades que deseamos que nos ofrezca nuestro fotoprotector como son la resistencia al agua, la textura, su absorción, si protege de las manchas y si no deja residuos, entre otras características que pueden ofrecer los diferentes fotoprotectores comercializados. En el mercado existe una amplia gama de productos.

El Centro Europeo del Consumidor en España ofrece unas recomendaciones para la compra de protectores solares.

¿Cómo se usa el fotoprotector?

Los fotoprotectores se deben aplicar regularmente. La piel tiene memoria y los efectos dañinos del sol se acumulan con el tiempo y aparecen a largo plazo sus consecuencias.

Protegerse hoy del sol te ayudará a prevenir enfermedades en el futuro. Siguiendo estos consejos podrás proteger tu piel correctamente.

La forma correcta de usarlos es:

  • Usar productos de factor igual o superior a SPF30. Con SPF50+ te aseguras un 99% de protección.
  • Asegurarse de que tiene garantía sanitaria lo que se asegura si tiene un registro sanitario.
  • Aplicar el fotoprotector de 15 a 30 minutos antes de exponerse al sol y no bañarse antes de ese tiempo.
  • Extender bien el fotoprotector por toda la piel, incluso en partes ocultas o que pienses que no puede dar el sol.
  • Se debe repetir la aplicación cada 2 a 4 horas.
  • La cantidad que se debe aplicar tiene que ser la suficiente para que pueda hacer efecto el factor de protección. Esta cantidad es de 2 ml o 2 mg de fotoprotector por cm2 de piel (aproximadamente 35 mg para todo el cuerpo de un adulto). Se puede hacer una aproximación a estas cantidades usando la cantidad de un dedo para la cara y dos dedos para espalda, otros dos dedos para el abdomen, otros dos dedos para las piernas y otros dos para los brazos.
  • Si te vas a bañar usa fotoprotector resistente al agua.
  • Aunque se un fotoprotector Waterproof hay que repetir la aplicación cada 2 a 4 horas.
  • Si al secarse la piel se frota con la toalla también debe repetirse la aplicación, aunque sea un fotoprotector Waterproof.
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Otros consejos:

No puedes aumentar el tiempo de exposición solar por aplicar el fotoprotector solar ya que puedes tener riesgo de quemaduras, carcinomas, melanomas y envejecimiento.

Al repetir las aplicaciones con más capas no aumenta la protección a un FPS mayor, protege lo que indica su FPS.

Una vez abiertos tienen un periodo de caducidad menor al que indica en el envase cerrado. No les debe dar el sol o estar a una temperatura excesiva. Nunca usarlo una vez pasada la fecha de caducidad del envase.

Un FPS alto no impide el bronceado ya que siempre pasa luz que permite broncearse, aunque tarde un poco más de tiempo. Además, el bronceado es más persistente.

Hay que prestar especial atención a los niñ@s. Los menores de un año nunca deben ser expuestos directamente al sol. Los nin@s de 2 y 3 años deben ser protegidos con prendas de vestir, gorros y gafas de sol. Se debe aplicar siempre en los niñ@s fotoprotectores especiales para ellos con SPF 50+.

El protector solar es el mejor producto anti-edad que puedes usar.

Hay que aplicarlo siempre para evitar enfermedades y el fotoenvejecimiento de la piel.

La correcta aplicación de los distintos cosméticos en la cara se realiza en el siguiente orden:

  1. Limpieza facial
  2. Contorno de ojos
  3. Serum
  4. Crema facial para tu tipo de piel
  5. Protección solar
  6. Maquillaje (si lo deseas aplicar)

Y no olvidarse de beber muchos líquidos, especialmente agua, de forma frecuente para evitar la deshidratación.

Programa «Cuidamos de tu salud» en Onda Pro Radio

Cuidamos de tu salud – Los fotoprotectores

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