Según la OMS, la salud es “un estado de completo bienestar, físico, mental y social” por tanto para tener una buena salud general debemos tener una buena salud a nivel físico, tener un bienestar mental y disfrutar de un bienestar social. Y ¿qué papel tiene en esta definición la salud emocional? La salud emocional forma parte del bienestar mental que a su vez contribuirá a un bienestar físico y social.
Tener una buena salud emocional es:
- Tener un sentimiento de satisfacción con uno mismo, sintiendo que la vida tiene un significado y un propósito.
- Mantener una coherencia entre lo que se piensa, lo que se dice y lo que se hace.
- Establecer relaciones positivas con tu entorno entablando y manteniendo buenos vínculos con los demás.
- Percibir el futuro con optimismo y confianza.
- Ser capaz de hacer frente a las adversidades y gestionar el estrés.
- Disfrutar de un equilibrio entre la vida personal y laboral, respetando el descanso y el ocio.
- Confiar en uno mismo.
- Tener una autoestima alta y sana.
- Responder como uno quiere y decide ante las situaciones, evitando reaccionar al dejarse llevar por las emociones y consiguiendo responder asertivamente.
Una persona con una buena salud emocional ha aprendido a conocerse y entenderse de manera que se acepta tal y como es. Además, desarrolla su resiliencia y gestiona sus emociones.
Para conseguir este estado emocional existen técnicas y herramientas con las que trabajar y lograr una vida emocionalmente equilibrada con una buena salud emocional que forma parte de nuestra mejor versión.
Puedes contactar a través del formulario de contacto y obtener asesoramiento personalizado para poder trabajar todos esos puntos y conseguir una buena salud emocional mediante la biorregulación de tu organismo y el proceso de Coaching con PNL e Inteligencia Emocional.