Psoriasis

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel. Provoca la aparición de lesiones rojizas escamosas preferentemente en codos, rodillas y cuero cabelludo, y puede afectar a uñas y articulaciones pero puede aparecer en cualquier parte del cuerpo. Se puede manifestar con diferente intensidad a lo largo de la vida.

No es una enfermedad contagiosa.  Existe un componente genético, aunque no es hereditaria.  Además, suelen estar involucrados otros factores desencadenantes.

Origen de la psoriasis

Se origina debido a una alteración en el sistema inmune en la que se activan de forma indebida los Linfocitos T (células blancas que protegen al organismo de infecciones). Debido a esta alteración se desencadenan diferentes respuestas inmunitarias dilatándose los vasos sanguíneos de la piel y proliferando las células de la piel (queratinocitos). Como resultado se acelera el proceso de renovación celular de la piel (epidermis) que pasa a ser de cuatro días en lugar de 30 días. Las células, en estas condiciones, suben demasiado rápido a la superficie de la piel acumulándose en la capa córnea y formando placas de escamas blanquecinas.

Se manifiesta en brotes con periodos de mejoría y de remisión o periodos de empeoramiento, pero la enfermedad se desarrolla dependiendo de cada persona de una forma particular.

No tiene que ser para siempre y hay alternativas para revertir cada tipo de psoriasis.

La psoriasis no conlleva un riesgo para la vida del paciente que la padece aunque sí tiene importantes consecuencias a nivel físico, emocional, sexual, laboral y económico. Cómo consecuencia disminuye su calidad de vida por lo que ha sido calificada de incapacitante.

Es una patología que afecta del 1% al 3% de la población mundial afectando por igual a hombres que a mujeres y es más frecuente en raza blanca. Suele aparecer entre los 15 y los 35 años, aunque también puede hacerlo en niños y persona mayores.

Tipos de psoriasis

Los tipos de psoriasis son:

  • Psoriasis en placas o psoriasis vulgar: Es la forma clínica más frecuente, la presentan el 90% de los pacientes adultos que tienen psoriasis. Se manifiesta con placas escamosas, rojizas, muy bien delimitadas, que suelen distribuirse simétricamente por el cuerpo. Estas placas, normalmente, no producen síntomas, en ocasiones puede u poco de picor. Las zonas que más se ven afectadas son la región sacra, las rodillas, los codos y el cuero cabelludo. Los genitales son afectados en un 30% de los pacientes. Las lesiones pequeñas pueden coincidir dando lugar a lesiones más grandes con una morfología anular.
  • Psoriasis gutata: Es la forma más frecuente en niños y adolescentes. Se presenta con pequeñas placas en gran número, en troco y cerca de las extremidades principalmente. Suelen aparecer después de determinada infecciones en forma de brotes. En los niños, normalmente, desaparecen en periodo de semanas o meses. Si aparece en adultos puede hacer crónica.
  • Psoriasis eritrodérmica: En este tipo aparece un enrojecimiento de la piel o eritema que afecta a casi toda la superficie del cuerpo. Puede aparecer de forma aguda o gradualmente. La complicación más frecuente es la sobreinfección y existen casos graves asociados a síntomas generales.
  • Variantes pustulosas: Son variantes de la psoriasis. Se forman pústulas visibles. Son la pustulosis palmoplantar, acrodermatitis pustulosa, psoriasis pustulosa generalizada y psoriasis gestacional o del embarazo.

Factores de riesgo y brotes

Los factores de riesgo son:

  • La predisposición genética: aunque no es hereditaria, como se ha dicho anteriormente si es frecuente que las personas que padecen psoriasis tengan antecedentes familiares que también la padezcan.
  • Infecciones: poco tiempo después de una faringitis por estreptococo es frecuente que aparezca la psoriasis en gotas.
  • El periodos de estrés emocional o tensión psicológica, la psoriasis suele empeorar.
  • El tabaco además de que es un riesgo de padecer psoriasis e intervenir en el desarrollo inicial de la enfermedad sino que también puede agravarla.

Los brotes pueden producirse o empeorar por:

  • Cambios en el clima que resecan la piel.
  • Tratamientos con determinados fármacos.
  • Golpes o traumatismos (se puede desarrollar psoriasis en zonas de la piel en las que has sufrido algún trauma)
  • Según algunos estudios se relaciona la psoriasis con una alimentación rica en ácido araquidónico, es un ácido graso presente en la carne de vacuno, cerdo, pollo, en los huevos, leche de vaca, en los cacahuetes y derivados lácteos, entre otros.

Psoriasis

Síntomas y diagnóstico

Los síntomas pueden ser picor o dolor producido por las placas o manchas rojas cubiertas de escamas blanquecinas.

El diagnóstico debe ser por un especialista en dermatología por visualización de las lesiones. En algunas ocasiones es difícil de diagnosticar por similitud en los síntomas con otras enfermedades cutáneas, en estos casos se examina una muestra de la piel en el microscopio.

Tratamiento de la psoriasis

Los tratamientos varían dependiendo de la persona, son efectivos en la mayoría de los casos pero ninguno vale para todos los pacientes.

Es habitual que la psoriasis sea crónica y recurrente pero hay casos en que se cura permanentemente.

Los tipos de tratamiento son:

  • Tratamiento tópico. Se utilizan sobre todo corticoides tópicos, sustancias derivadas de la vitamina D, retinoides tópicos, breas y alquitranes, ácido salicílico y urea. El fin de este tratamiento es reducir la inflamación y el reemplazo celular, reducir la actividad del sistema inmunitario, descamar la piel para destapar los poros y suavizar la piel. Se aplica directamente en la piel o el cuero cabelludo en forma de lociones, ungüentos, cremas y champús.
  • Cuando la psoriasis es más extensa, se utiliza la exposición a la radiación ultravioleta UVB, natural -producida por el sol- o artificial. Otra opción es el tratamiento llamado PUVA, que combina el uso de la luz ultravioleta con un medicamento que sensibiliza la piel a la luz.
  • Tratamiento sistémico.El médico especialista puede prescribir medicamentos como retinoides sistémicos o inmunosupresores en casos graves. Sólo si se sospecha infección bacteriana se usarán antibióticos.
  • Terapia combinada.Combina los tres tratamientos anteriores, los que se aplican en la piel, la fototerapia y los tratamientos sistémicos. Esta combinación permite en muchos casos usar una dosis más baja de cada tipo de terapia y da mejores resultados.

Cómo controlar la psoriasis:

Se pueden realizar determinados hábitos para prevenir o mejorar los brotes.

Tener una cuidada higiene diaria:

  • Ducharse todos los días o darse un baño con agua caliente y sustancias emolientes para hidratar las placas, reducir el picor y relajarse.
  • Hidratar la piel con lociones suavizantes y que aumenten la elasticidad.
  • No aplicar colonias ni perfumes directamente sobre la piel, resecan e irritan empeorando la psoriasis.
  • Evitar geles y champús agresivos, además de esponjas o utensilios que puedan irritar la superficie de la piel.
  • Elige un buen jabón para lavarse (la piel con psoriasis puede oler de una forma especial) evitando geles y champús agresivos.

Cuidado de manos y pies:

  • Recorta bien las uñas y evita manicuras que dañen su superficie.
  • Usa calzado cómodo y evita rozaduras si padeces psoriasis plantar.
  • No utilices prendas de lana o fibras artificiales. Tampoco te abrigues en exceso. Pueden aumentar el picor.

Cuida lo que comes:

  • Mantén el peso adecuado
  • Realiza una dieta equilibrada consumiendo más productos vegetales, reduciendo carnes y grasas animales. Consume alimentos ricos en ácidos omega 3 (salmón, caballa, arenque, sardina…)

Utiliza cosméticos adecuados:

  • Elige productos que no sequen la piel para que no aumente el picor ni la descamación de forma que tampoco dificulten la eficacia de los tratamientos tópico.
  • Usa productos con un pH entre 4 y 4,5; ligeramente ácido (es el pH de la piel)

Toma el sol: La luz solar y los rayos ultravioletas son beneficiosos para la psoriasis, en la mayoría de los casos. El motivo es que frenan la hiperproliferación de las células en la placa. No olvides tomar siempre las precauciones necesarias para no sufrir quemaduras solares ni que se seque demasiado la piel. Y antes de tomar el sol, aplícate media hora antes fotoprotección de factor mínimo 30, renovando cada 2 horas y después del baño.

Da espacio a la relajación: Ir a balnearios, el reposo, la tranquilidad, la aplicación de sales, barros emolientes, aguas tratantes, etc…son beneficiosos para la salud y sobre todo para esta enfermedad. La playa es un lugar en el que te beneficiarás de los minerales del agua de mar y de la arena.

Eliminación del vello: Elige un método suave, tanto para el afeitado como para la depilación. Usa antes y después una crema emoliente, calmante y reductora de la descamación. No realizar fotodepilación en zonas activas de psoriasis por riesgo de quemaduras.

Lactancia con precauciones: Informa a tu médico de tu deseo de dar el pecho a tu bebé si estás con algún tratamiento farmacológico debido a que algunos fármacos pueden pasar a la leche incluso aunque hayan sido aplicados en la piel. Antes de la toma humedece los pezones con hidratantes intensos aptos para dar el pecho (que no afecten al bebé ya que va a tocar el pezón con la boca), esto evitará que tengas molestias al amamantar.

Haz caso a las instrucciones de tu tratamiento y consulta a tu dermatólogo. Para conseguir la máxima acción de tu tratamiento y evitar efectos secundarios debes aprender cuándo y cómo debes aplicarlo. Ante cualquier duda consulta a tu médico.

No obsesionarse con la enfermedad. Entiende la enfermedad con naturalidad y si sobre todo si otro miembro de tu familia también la padece vivirlo como parte de vuestro día a día sin dramatizar ni tomarlo como un castigo. Fomentar el contacto físico sin privaros de abrazos y besos.

Productos recomendados:

Algunos productos especializados en el tratamiento de la piel tienen una gama de productos específicos para la higiene e hidratación diaria en pacientes con psoriasis.

Entre estos productos específicos para la higiene e hidratación diaria de la piel seca y extraseca y control de la psoriasis los hay que contienen sólo ingredientes activos naturales. Se pueden usar en adultos, niños y bebés. Protegen y fortalecen la función barrera de la piel. Disminuyen el picor y la irritación. Reducen el riesgo de sobreinfecciones. Disminuyen la aparición de brotes. Reducen la posible aparición de alergias. Tolerancia y eficacia demostradas clínicamente. 

Estos productos están indicados en pieles atópicas, secas y extrasecas, en pieles con eczema y con psoriasis, en pieles sensible y reactivas, y en pieles diabéticas.

Es muy importante que estén avalados por una garantía sanitaria que conlleva una eficacia, seguridad y calidad de sus ingredientes. Esta garantía sanitaria está en las farmacias.

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