Las creencias son ideas que consideramos verdaderas y ciertas aunque no exista un fundamento racional o evidencia empírica que las demuestre. Son valoraciones personales que desarrollamos a partir de nuestra educación, nuestras propias convicciones, nuestros valores, nuestro entorno familiar y social, y nuestras propias experiencias.
Nuestras creencias condicionan nuestra vida
Cómo juzgamos o cómo valoramos lo que nos rodea está condicionado por nuestro sistema de creencias. Las creencias tienen un componente psicológico y una conexión emocional entre nosotros y la idea en la que creemos. Esto nos lleva a interpretar de una manera determinada lo que nos sucede, lo que vemos, lo que oímos y lo que sentimos. Y a partir de estas creencias actuamos.
Las creencias son información que se haya en nuestro subconsciente y que nos llevan a comportamientos que a veces no son deseados. Aunque son resistentes a los intentos de cambiarlas o contradecirlas, sí es posible cambiar las creencias que nos perjudican.
Las ideas en las que se basan estas creencias están en nuestra mente y estas creencias nos poseen al llevarnos a respuestas basadas en ellas. A la vez, estos comportamientos condicionados por las creencias dan lugar una respuesta en los demás. Por tanto, nuestras creencias condicionan nuestro comportamiento y con ello nuestra forma de vivir.
Creencias limitantes y creencias potenciadoras
Algunas de estas creencias que vamos formando desde nuestra infancia son adaptativas y potenciadoras de forma que nos ayudan a desarrollarnos, a tener una autoestima saludable, vivir sin sufrimiento, tener objetivos y luchar por ellos, y a confiar en nosotros y en nuestras capacidades. Nos dan seguridad para tomar decisiones y tener iniciativas, nos llevan hacia las acciones que nos hacen avanzar a pesar de las adversidades que se nos crucen en nuestro camino.
Otras creencias son desadaptativas y limitantes y nos generan conflictos interno y externos. Son creencias que nos bloquean y nos alejan de nuestros objetivos y del bienestar en nuestra vida. Y que nos impiden tener todos los beneficios de las creencias potenciadoras.
Somos lo que pensamos y lo que creemos. Si nuestras creencias nos empoderan y nos mejoran como personas lograremos avanzar hacia nuestras metas y sueños de una forma saludable. Si nuestras creencias nos bloquean y limitan, ese camino hacia la vida que deseamos será muy duro, lleno de piedras que nos impedirán avanzar y disfrutar del camino.
El poder de las palabra y los pensamientos influye en nuestra mente. La mente se cree lo que afirmamos por lo que es muy importante escuchar lo que nos decimos para detectar qué tipo de creencias tenemos. Al escucharnos encontraremos las creencias limitantes o potenciadoras con las que creamos nuestra realidad.
Una buena noticia es que podemos cambiar nuestras creencias limitantes por creencias potenciadoras.
Creencias limitantes que podemos cambiar
Es frecuente que digamos frases de manera automática que nos sabotean y que pensamos que no tienen importancia. Pero si están actuando en nosotros. Ejemplos de estas frases que conllevan una creencia limitante y que debemos cambiar por una creencia potenciadora son:
- ¡Qué torpe soy!
- No lo tengo porque no me lo merezco
- No merezco que nadie me quiera
- No puedo hacer …..
- No valgo para…..
- Ya soy mayor para hacer ….
- No creo que lo consiga …..
- Si no lo consigo pensarán que soy un fracasado …
- Si fracaso no me valorarán
- El dinero corrompe…..
- Soy una persona con mala suerte
- No puedo vivir sin ti
- Seguro que me sale mal
- Si me expongo me van a juzgar o me van a rechazar
- Yo soy así, no puedo cambiar
Estas son algunas de las creencias que condicionan nuestros logros y éxitos y nos llevan a no creer en nosotros mismos. Cada vez que detectes una de estas creencias o similares piensa que no es una creencia cierta y que la puedes cambiar por una creencia contraria potenciadora.
Creencias que nos ayudan
A lo largo de la vida se pueden modificar nuestras creencias, nuestras convicciones y valores adaptándose a las circunstancias del momento en el que vivimos. Esto nos permite realizar un trabajo a conciencia para modificar estas creencias limitantes y poder optar por creencias potenciadoras.
Usa el poder que tienen las creencias sobre nosotros con creencias potenciadoras, creencias que nos llevan crear otra realidad mucho más beneficiosa para lograr una vida con bienestar y equilibrio.
Tomar conciencia de nuestras creencias y responsabilizarnos de ellas trabajandolas nos ayuda a crear la realidad en la que deseamos vivir.
Algunas creencias potenciadoras que te puedes decir para cambiar las creencias que te perjudican son:
- Yo puedo conseguir lo que me he propuesto
- Cada situación que me ofrece la vida es para aprender y crecer
- Yo valgo
- Confío en mí y en mis capacidades
- Puedo superar las adversidades que me puedan suceder
- Cuidarme me ayuda a vivir mejor
- Me quiero y no haré nada que me cause daño
- La vida es maravillosa y tiene muchas cosas bellas, solo tengo que fijarme en ellas
- Soy capaz de conseguir mis objetivos
Existen muchas más, cuando identifiques una creencia limitante dale la vuelta, convirtiéndola en una creencia potenciadora y repitela muchas veces, aunque en ese momento no te la creas. Con el tiempo se habrá convertido en una creencia potenciadora que te llevará a un comportamiento para avanzar hacia una vida satisfactoria.
Si necesitas ayuda contacta a través del formulario de contacto o llamando al número que aparece en la sección de contacto. Estaré encantada de poder ayudarte a llevar la vida que deseas.